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Rinoplastia ultrasónica: postoperatorio

  • cromero3193
  • hace 7 días
  • 3 Min. de lectura

La rinoplastia es una de las intervenciones estéticas más demandadas en todo el mundo. Sin embargo, no todas las técnicas quirúrgicas ofrecen los mismos beneficios en términos de precisión, recuperación y resultados. La rinoplastia ultrasónica representa un gran avance en el campo de la cirugía plástica facial, al permitir una modificación delicada y controlada de los huesos nasales mediante ultrasonidos. En este artículo, explicamos en qué consiste esta técnica, cómo se realiza y, sobre todo, qué esperar durante el postoperatorio, un aspecto clave para lograr resultados exitosos y una recuperación sin complicaciones.

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¿Qué es la rinoplastia ultrasónica?

La rinoplastia ultrasónica es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que emplea un instrumento de ultrasonido conocido como bisturí piezoeléctrico para modificar los huesos de la nariz con extrema precisión. A diferencia de las técnicas tradicionales que utilizan martillos y escoplos, el bisturí ultrasónico vibra a frecuencias específicas que permiten cortar solo el hueso, sin afectar los tejidos blandos circundantes como músculos, vasos sanguíneos o nervios. 


Esto se traduce en un menor trauma quirúrgico, lo que tiene efectos directos en la recuperación: menos inflamación, menor dolor y una notable reducción en los hematomas postoperatorios. Además, la rinoplastia ultrasónica permite al cirujano tener un control más fino sobre la estructura ósea nasal, lo que favorece resultados más simétricos y naturales, reduciendo el riesgo de irregularidades o complicaciones a largo plazo.


¿Cómo se realiza la rinoplastia ultrasónica?

El procedimiento suele llevarse a cabo bajo anestesia general o sedación profunda, según las características del paciente y la complejidad de la intervención. Una vez el paciente está anestesiado, el cirujano realiza incisiones estratégicas, generalmente en el interior de la nariz o en la columela (la parte externa entre las fosas nasales), si se opta por una rinoplastia abierta. A través de estas incisiones, se accede a la estructura ósea y cartilaginosa nasal.


Con el dispositivo ultrasónico, el cirujano puede realizar cortes, limado y modelado de los huesos nasales de forma muy precisa, sin fracturas bruscas ni daños innecesarios. Esta herramienta permite, por ejemplo, eliminar una giba dorsal (el clásico “caballito” en el dorso nasal) o afinar el ancho de la nariz de forma controlada. Una vez finalizada la intervención, se colocan férulas externas para mantener la forma de la nariz durante los primeros días. En algunos casos también se colocan tapones o apósitos internos para estabilizar el tabique y controlar el sangrado inicial.


Rinoplastia ultrasónica: postoperatorio

Una de las principales ventajas de la rinoplastia ultrasónica es la recuperación postoperatoria, mucho más llevadera que en la rinoplastia tradicional. En los primeros días tras la cirugía es normal experimentar algo de inflamación, molestias leves y cierta congestión nasal. Sin embargo, gracias a la precisión del instrumental ultrasónico, estos síntomas suelen ser considerablemente más suaves.


Durante la primera semana, el paciente deberá llevar una férula externa que ayuda a mantener la forma de la nariz mientras cicatriza. Los tapones, si se colocan, suelen retirarse en las primeras 24 a 48 horas. Es frecuente presentar hematomas leves alrededor de los ojos, pero en la mayoría de los casos desaparecen en menos de una semana.


Durante este periodo es importante seguir una serie de cuidados postoperatorios esenciales:

  • Mantener la cabeza elevada al dormir para favorecer el drenaje de líquidos y reducir la inflamación.

  • Evitar sonarse la nariz y abstenerse de actividades físicas intensas.

  • Aplicar compresas frías en la zona de los pómulos para reducir la hinchazón.

  • No mojar la férula ni exponer la nariz al sol directo.

  • Limpiar las fosas nasales con suero fisiológico de forma frecuente.


A partir de la segunda semana, muchos pacientes ya pueden reincorporarse a su vida cotidiana, siempre que eviten esfuerzos físicos considerables. En esta fase, la mayor parte de la inflamación ha disminuido y la apariencia de la nariz comienza a estabilizarse. Aun así, es importante tener paciencia ya que los resultados definitivos pueden tardar entre seis meses y un año en consolidarse, especialmente en la punta nasal, donde la piel es más gruesa y el edema residual persiste por más tiempo.


Confía en BarnaMedik para tu rinoplastia ultrasónica

En BarnaMedik contamos con un equipo médico especializado en cirugía estética facial y rinoplastia ultrasónica. Desde la primera consulta, valoramos tus necesidades estéticas y funcionales, diseñando un plan quirúrgico a medida que asegure resultados armónicos y seguros. Después, te acompañamos en todo el proceso postoperatorio con revisiones periódicas, seguimiento médico y consejos adaptados a tu evolución. Si estás considerando una rinoplastia ultrasónica, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. ¡Te esperamos!

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